Este proyecto para Javier Gallardo se concibió como una intervención integral, llave en mano. La planta inferior articula la vivienda en torno a un eje central revestido completamente en madera, que vertebra las estancias principales y aporta una continuidad serena y envolvente a toda la zona de día. La zona de estar, generosa en dimensiones, se abre hacia el paisaje a través de ventanales que enmarcan la chimenea y los sofás como parte del entorno natural. El dormitorio principal, al igual que el resto de estancias privadas, se orienta también hacia las vistas, enfatizando la relación entre el interior y el exterior como leitmotiv del proyecto.

La planta superior, concebida como una cubierta habitable, es el verdadero punto de inflexión del ático: un espacio social pensado para celebrar, compartir y contemplar. Dos terrazas conectadas, una piscina, una zona lounge con sofás y una mesa transformable en billar completan un programa hedonista que invita al disfrute. Todo ello, enmarcado por una arquitectura transparente que diluye los límites entre el interior y el cielo abierto.

El interiorismo refuerza esta visión a través de una cuidada selección de mobiliario, materiales nobles y soluciones a medida. Cada pieza fue elegida con la intención de acompañar la arquitectura, acentuar su elegancia silenciosa y garantizar un uso confortable y duradero. El resultado es una vivienda de altísimo nivel, tanto técnico como estético, donde cada decisión responde a una visión compartida entre arquitectura e interiorismo: crear un lugar verdaderamente extraordinario.